Sopa de cebolla
Una receta clásica pero que nunca pasa de moda, y a mi me encanta. Además la combinación con las tostadas de pan y el queso gratinado es sencillamente sublime, no me extraña que leve unos cuantos siglos esta receta danzando entre las más reputadas mesas y ahora sigamos disfrutando de ella. La verdad es que la receta de sopa de cebolla gratinada tiene pocos secretos, y aunque es un poco lenta porque requiere que la cebolla se caramelice tranquilamente, es muy fácil de hacer y el resultado es sabrosísimo. Además si nos sobra, podemos mantenerla en la nevera unos días o incluso congelarla, seguirá estando riquísima.
Ingredientes para preparar la receta de sopa de cebolla gratinada (para 4 personas): Subir
- 1 Kg de cebollas
- 2 l. de caldo de carne
- 100 gr de mantequilla
- 1 cucharada de harina
- 100 gr de queso emmental suizo o gruyére rallado
- Pan tostado en rebanadas
- Tomillo
- 1 hoja de laurel
- Pimienta
Preparación, cómo hacer sopa de cebolla gratinada: Subir
- Pelar y partir las cebollas en rodajas finas.
- Rehogarlas con la mantequilla, sal y pimienta a fuego lento hasta que estén transparentes sin dorarse.
- Añadir la harina sin dejar de remover.
- Ponerlo en una cazuela con el caldo, el tomillo y el laurel.
- Dejar cocer a fuego lento durante unos 15 minutos.
- Pan tostado en rebanadas
- Poner las rebanadas de pan encima, espolvorear el queso y gratinar al horno.
A tener en cuenta:
La cebolla
Se usa la cebolla blanca porque es más dulce que la morada. Los resultados son óptimos si se hace con cebollas frescas. Se deben cortar en julianas o media luna y se han de sofreír con poca grasa, en este punto hay personas que usan la combinación de mantequilla y aceite de oliva (el más neutro posible de sabor). Y se le agrega por cada cebolla un poco de sal.
El efecto de la sal impide que la cebolla se queme y estimula su proceso de sudado, el cual es clave en la caramelización. Habidas cuentas de que la grasa dejará siempre su marca se le agrega un poco de agua cuando las mismas ya se han oscurecido. En el momento que el agua se ha evaporado se retiran del fuego.
El caldo
Hay en este punto muchas discusiones sobre el tema. El más clásico de los caldos, que fue el usado en el restaurante de la “mere Catherine” en Montmartre (en Paris) cuando Picasso vivía allí, es el cruzado de carne y pollo.
A tener en cuenta
Precaución a tomar es la temperatura. Un caldo, bajo ningún precepto, puede hervir, se debe mantener a temperaturas bajas durante todo su proceso. En cuanto al clarificado, se hace un tercer refrescamiento del consomé con las mismas verduras pero esta vez mezcladas con la clara del huevo y un tiempo de cocción de unos 45 minutos.
El gratinado del pan
Se tuestan, previa y ligeramente, las rebanadas de pan. Se recomienda que se hagan con “pain Perdu”; es decir, el pan que es de hace uno o dos días. Esto es porque el pan resistirá mejor al peso de los quesos. Una vez tostados se le unta un ajo a lo largo de la rebanada (sin exagerar).
Una vez hecho esto se les agrega el queso emmenthal, gruyere , y/o parmesano (el original, se sorprenderían, no está hecho con ninguno de estos quesos, sino con lo que llamaban el queso de la reserva) y cualquier otro queso que les guste. Es importante respetar el gusto que puedan tener los que cocinan salvando únicamente la característica que deben tener el conjunto de quesos y es que derritan.